Conversación de hombres

-¿Sabes que es lo que le falta a todo ésto? -Dijo Rukawa observando su jarra medio vacía. -Un puñado de mujeres. No hace falta que sean muchas, con cuatro o cinco más me conformaría...
Gerlair resopló.
-¿Y para qué quieres más? Yo ya tengo más que suficiente con una. Las mujeres son caprichosas, retorcidas y unas pesadas. Todo el dia que si esto, que si lo otro... ¡No hay quien entienda nada!
Y acto seguido dio un trago de su jarra un poco alterado.
-Pero si en el fondo te gusta. -Dijo Hatie con malícia. -El otro día vi como os besabáis y no parecias muy disgustado.
Parecía que Gerlair no supo muy bien que decir, pero luego se recompuso.
-Si claro. Cuando alguien intente violarte una vez al dia ya veremos si te gusta o no.
-Yo estoy prometido con una chica. -Dijo Yue, cambiando de tema muy saviamente.
-¿En serio? -Le preguntó Rukawa, sorprendido. -¿Y cómo es?
-No lo sé, no me acuerdo. -Dijo el chico, concentrado. -Fueron mis padres quienes tomaron la decision, no yo. La última vez que la vi... debería tener diez años.
-Debe de ser duro. -Intervino Minos, compadeciéndose del chico.
Yue se encogio de hombros y dijo:
-No tanto. Sólo intento no pensar en ello.
Hubo un breve silencio en el que todos diereon algun que otro trago a sus respectivas jarras.
-¿Y tú qué, muchachote? -Preguntó Rukawa a Yagaito mientras le daba unos golpes en la espalda. -¿Qué nos cuentas de tu experiencia con las mujeres?
Él sonrio mientras le devolvía el gesto.
-Bueno... tuve la oportunidad de salir con algunas chicas hace algunos años. Hay algunas que no recuerdo su rostro ni su nombre... Había una que me tuvo loco durante mucho tiempo. Recuerdo que tenía el pelo negro, como la noche sin estrellas y los labios rojos y carnosos. Oh, y tambien que en su casa tenía jazmines y se le quedaba pegado el olor allá donde fuera. Y tenía un cuerpo tan suave y...
-¡Eh! Ya vale, Romeo. -Dijo Gerlair. -Los misterios del cuerpo humano dejalos para cuando yo no esté, ¿vale? Es asqueroso...
-Oh, vamos, no será para tanto...
-¿Acaso has comparado alguna vez?
-Mejor dejamos este tema porque me estoy imaginando cosas que no debería... -Dijo Kurama, algo asqueado.
-¿Y tú, Minos? ¿Has salido con alguna chica?
-Bueno, sí, la verdad és que sí. -Dijo, algo avergonzado. -Salí con una chica durante bastante tiempo, aunque al final no le hizo mucha gracia que me convirtiera en sacerdote y rompió conmigo.
-Pues menuda chica... -Comentó Rukawa, ofendido.
-Lo que os decía, caprichosas... -Dijo Gerlair más para si mismo que para los otros.
-Lo siento por ti. -Le dijo Yue, mientras Yagaito le daba unas palmadas en el hombro.
-Bueno... -dijo Minos algo cohibido. -No fué para tanto.
-¡A mi me ocurrió algo mucho peor! -Dijo Kurama, algo alterado. -Había una chica que me gustaba mucho desde hacía mucho tiempo pero ella no me hacía el menor caso. Y un día, no sé por qué, se me giró el pensamiento y acabé declarandome con ella delante de un monton de gente. ¡Y ella me ignoró por completo!
-Eso és ser cruel... -Dijo Minos, compadeciéndose.
-¿Y no los mataste a todos? Yo lo hubiera hecho. -Dijo Gerlar con rotundidad. -No se puede vivir con esa verguenza.
-¿Y lo dice alguien como tú? -Dijo Yagaito.
Gerlair iba a decir algo, ofendido, pero Minos le interrumpió.
-Por cierto, ¿como ha terminado lo tuyo con Runah? -Le preguntó a Kurama, que enrojeció por completo.
Toda la atención recayó en él.
-Pues... digamos que no estávamos hechos el uno para el otro. Además no tenía ninguna oportunidad desde el principio, porque... no... espera, no os lo voy a decir.
Todos empezaron a preguntarle a ver si conseguían sacarle algo, cuando Hatie habló con una voz sibilante.
-Las mujeres són crueles. -Dijo, y todo el mundo dejó de hablar. Observaba su jarra con una expresión de resentimiento. -Primero te dicen que te quieren, que nunca harían nada que pudiera herirte, y lugo te apuñalan por la espalda.
Nadie supo que decir. No se esperavan eso de Hatie. El primero en encontrar palabras fue, como no, Gerlair.
-Vaya, parece que no has tenido muy buena experiencia con las mujeres, eh? -Dijo, con un tono expressamente irritante. -Mira que tocarte una novia que no te quería...
-Novia? -Dijo el chico, levantando la cabeza de golpe. -¿Quién ha dicho algo de novia?
-Eh... ¿no nos los has dicho tú? -Dijo Kurama, sin entender.
-¡Yo no he tenindo ninguna novia! -Exclamo Hatie, con una cara entre irritación y desconsuleo. -Hatie, tienes problemas con el acohol? -Pregunto Yue muy serio.
-Vaya, ¿cómo ha sido eso Hatie? -Preguntó Gerlair, con voz dulzona, que se estava divirtiendo de lo lindo.
A Hatie se le recompuso la expresión de golpe y estava tan serio que daba miedo.
-Yo no voy a enamorarme nunca de ninguna mujer.
Hubo un breve instante de silencio en la que los oyentes trataban de asimilar el significado de esas palabras.
-¿Entonces te van los tíos? -Dijo Gerlair, que estaba haciendo esfuerzo para contener la risa. -Tampoco voy a enamorarme nunca de ningún hombre. -Dijo, como si fuera algo obio.
Ahora ya sí que nadie entendía nada de nada. Todos estavan callados menos Gerlair, que se había puesto a reír.
-Vaya, ya veo. Tienes gustos poco corrientes. -Dijo Gerlair, partiendose de la risa. -¿Qué són? ¿Animales, cadáveres...?
-¡Oh, no, por diós! -Dijo Hatie, asqueado. -¿Què clase de bicho raro crees que soy? Porque te has visto la cara ¿eh? ¿Quieres que te la rompa o algo?
Gerlair no se aguantaba de la risa mientras Hatie seguia con lo suyo. Al final, una a uno, todos terminaron riendo a carcajadas y armando mucho jaleo.
A cierta distáncia, el grupo de chicas se los miraba entre cruiosidad y lástima.
-¿Qué les ha picado? -Preguntó Sakura.
-Déjales, són hombres. -Dijo Sira, observándolos con frialdad. -Són así de gilipollas.

I al dia seguent, en Hatie va jurar-se a si mateix que mai més tornaria a beure. xD
Aquest és un fragment que fa temps que em voltava pel cap i m'ha picat ara d'escriure. Perdó per les faltes, he de dir. I també per si he ofès a algú.
Arribarà a sortir mai aquest fragment a la història? Qui sap. I hi haurà una segona versió amb les noies? Qui sap, també. xD
Doncs ale, me'n vaig a dormir.